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Instituto Santa Mariana de Jesús

Marianitas en Puerto Rico y en todo el mundo



Somos miembros del Instituto Santa Mariana de Jesús, en honor y recuerdo de la  primera Santa de Ecuador. Este Instituto de Hermanas Marianitas fue fundado por la Beata Mercedes de Jesús el día 14 de abril de 1873 en Riobamba, Ecuador. Más tarde, el nuevo Instituto fue reconocido por la Iglesia Universal, declarándole de Derecho Pontificio un 29 de enero de 1906.

Dios es comunidad de amor, la comunicación perfecta, la intimidad más profunda. Y Dios difundió su amor “en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado”. Que vivamos en radicalidad este misterio de  comunión y participación, es el supremo deseo de Jesús para los suyos: “Padre Santo, guárdalos en tu nombre, para que sean uno como nosotros”. Amémonos como El nos amo, vivamos en comunidad la unión del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo y la intimidad de sus relaciones de conocimiento y amor  para que la unidad sea consumada en nosotras. ( Const #12)

Somos miembros vivos de la Iglesia, sal de tierra, que a través de nuestro apostolado hacia los más pobre y necesitados hacemos nuestro el deseo de nuestra Madre fundadora la Beata Mercedes de Jesús,  “Con amor apasionado a Jesús seguirle camino del Calvario y en comunión fraterna, cooperar con Él en su misión salvífica, con radical preferencia por cuantos corazones afligidos hay en el mundo”. Con este firme deseo hacemos comunidad con el pueblo que tiene hambre y sed de Dios y de su presencia, realidad necesaria en nuestras vidas, pues El es Camino y la  Verdad y la Vida.


Nuestra misión es  “Continuar en el mundo la acción salvadora de Cristo Jesús” al estilo de Madre Mercedes de Jesús Molina. Por ellos en el año del  1978 comenzó nuestra misión en esta isla de Puerto Rico, dando camino a nuevas vocaciones y comunidades. En la actualidad contamos con tres misiones, y nuestra presencia esta en Bayamón, Guaynabo y Carolina. Estamos al servicio de la nueva Evangelización, y estamos centradas en los más necesitados y pobres. Desde el amor misericordioso donde hay dolor humano.